¿Te preparas para tu próxima entrevista de trabajo? En este post te demostraré que el lenguaje corporal importa más de lo que tú pudieras pensar y qué cosas debes evitar para destacar en tu próxima entrevista de trabajo: dar un apretón de manos breve y flojo, desplomarte en el asiento como un bulto, evitar el contacto visual y sonarte los dedos antes de responder preguntas difíciles son todas acciones que dicen mucho de ti sin pronunciar palabra alguna.
Muchas personas no lo saben, pero tu lenguaje corporal es determinante a la hora de decidir si avanzarás en una entrevista de trabajo o incluso si conseguirás el puesto. El lenguaje corporal no solo incluye tu aspecto o cómo te vistes, sino también tu comportamiento. Sin importar que des las mejores respuestas a las preguntas de la entrevista de trabajo, si tu lenguaje corporal no es el correcto, simplemente enviarás la señal equivocada y eso puede perjudicarte.
En este post te enseñaré por qué el lenguaje corporal importa y cómo manejarlo para que transmitas confianza, afabilidad y aptitud en lugar de nerviosismo, inseguridad o arrogancia.
¿Por Qué DEBERÍA IMPORTARTE tu Lenguaje Corporal?
Cuando hablamos con otras personas, hacemos gestos, expresiones, movimientos y demás que denotan nuestro estado de ánimo y transmiten otros mensajes que nuestras palabras no; a veces, estos puedes estar en la misma página de nuestras palabras, pero muchas otras veces no sucede así.
El lenguaje corporal importa en una entrevista de trabajo, porque le envía a nuestros interlocutores señales que pudieran reforzar o contradecir nuestras palabras; por ello, debes poner atención a cómo te comportas.
Si hablas confiadamente sobre tu experiencia, pero mantienes una postura encorvada que más bien denota inseguridad, eso enviará un mensaje ambiguo; por otro lado, si tu postura es erguida y firme, eso sencillamente refuerza las palabras y dará al entrevistador la impresión de una persona que sabe lo que está diciendo.
Tu lenguaje corporal, por otra parte, también le dirá al empleador acerca de tu nivel de cortesía y actitud, cosas muy importantes a la hora de definir si un candidato queda o no, pues forman parte de la cultura corporativa y es importante que demuestres que encajarás en ella.
Por ello, lo más recomendable es que pongas atención a tu lenguaje corporal antes y durante la entrevista de trabajo, de esa manera incrementarás tus oportunidades.
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ANTES de la Entrevista
El cuidado de tu lenguaje corporal debería empezar incluso antes de que lo haga la entrevista. Demuestra tu autoconfianza antes de que esta comience al adoptar una buena postura en el área de espera al estar de pie o sentado. Mantén la espalda erguida y la barbilla paralela al suelo.
Ciertamente, es muy probable que aún no hayas conocido a tu entrevistador, pero ten en cuenta que otros trabajadores del lugar pudieran estar observando o sencillamente pasar por ahí. Recuerda que la primera impresión es muy importante.
Cuando te sientes a esperar, coloca tu maletín o cartera del lado izquierdo de tu silla, eso reducirá la incomodidad cuando tengas que estrechar la mano del entrevistador y agarrar tus objetos personales.
Nada de comerte las uñas, jugar con tu cabello, mover frenéticamente los pies o manos ni ninguna otra conducta que pudiera denotar nerviosismo o inseguridad. Trata de mantenerte en calma, vigila tu respiración y recuerda algunos consejos para mantenerte tranquilo en la entrevista.
¡La espera ha terminado! El entrevistador finalmente ha salido del cuarto de entrevistas y está preparado para recibirte. Al aproximarse a ti, te saluda y extiende su mano para saludarte.
El APRETÓN DE MANOS: la Entrevista Ha Comenzado
El apretón de manos es un elemento fundamental de las primeras impresiones en las entrevistas, pues es lo que, por lo común, suele preceder al intercambio de palabras entre el entrevistador y tú. De hecho, es muy probable que el entrevistador te extienda la mano para saludar apenas te vea.
Al ser el primer contacto entre el entrevistador y tú apenas se ven (y el único contacto físico), es muy importante cuidar tu lenguaje corporal en esta fase y eso incluye lo que hagas al estrechar la mano de tu interlocutor.
Evita un apretón que lastime la mano del entrevistador, pero tampoco estreches su mano flojamente. Procura que tu apretón sea firme y seguro y haz contacto visual, sonríe y saluda cortésmente mientras estrechas su mano.
DURANTE la Entrevista
Es cierto que las primeras impresiones importan mucho y son un factor influyente en la decisión de contratarte o no, pero son solo una parte pequeña del proceso de la entrevista, el resto lo abarca el tiempo que tanto tú como el entrevistador invierten en la conversación sobre tus habilidades y experiencia.
Como te dije antes, sin importar que proporciones las mejores respuestas a las preguntas de la entrevista de trabajo, incluso a las más difíciles, si tu lenguaje corporal no es el adecuado, te estarás bajando una cantidad considerable de puntos frente al entrevistador, quien también estará atento a cómo te comportas.
¡Pero ten calma! Precisamente porque tengo esto muy presente es que he escrito este post para ayudarte a manejar tu lenguaje corporal.
Sé TÚ MISMO
Primero que nada, sé espontáneo y natural. Si lo que se te da de forma espontánea es mover y gesticular con tus manos al hablar, no te cohíbas y sigue haciéndolo. Restringir tus movimientos y minimizar los gestos por querer parecer más serio y profesional puede terminar teniendo el resultado contrario de hacerte lucir como un robot o, peor, como alguien terriblemente nervioso.
Lo que buscas en la entrevista no es solo mostrar tus credenciales, habilidades y experiencia, pues, si bien eso demostrará que eres apto para el cargo, también es importante saber si encajarás bien en la cultura de la empresa y para ello tu personalidad es determinante; así que no temas lucirte como la persona comunicativa y agradable que eres.
Actuar naturalmente tiene un beneficio agregado: te hace lucir como una persona confiada y segura de sí misma y si te sientes así, te será mucho más sencillo vender tanto tus credenciales como tu personalidad al empleador.
Eso Sí, Tampoco EXAGERES
Ser espontáneo significa que hables y actúes con naturalidad, pero recuerda que esta no es una conversación en un bar con tus amigos, es un encuentro entre dos profesionales, uno está evaluando si el otro tienes las aptitudes necesarias para ocupar una vacante que tienen; el otro (tú), está tratando de venderse como el mejor candidato para ocupar dicha vacante.
Teniendo esto en mente, evita a toda costa que el hábito de morderte las uñas, sonarte los dedos, jugar con tu cabello o golpear las piernas hagan su puesta en escena durante la entrevista. Pero, por sobre todas las cosas, ser espontáneo no es lo mismo que actuar o decir lo primero que te venga a la mente; como dije antes, el contexto es importante.
Estas actitudes pueden tener varias consecuencias negativas para ti: por un lado, el entrevistador puede recibir la impresión de que estás sumamente nervioso o inseguro y no eres capaz de manejarlo, lo que es algo negativo para el puesto de trabajo también, pues, ¿qué harás cuando lidies con una situación difícil en el trabajo?
Por otro lado, tu lenguaje corporal podría dar la impresión de que no eres una persona demasiado cortés o que esté al tanto de las normas de etiqueta. Por muy moderna y start-up que sea una compañía, sigue siendo un ambiente corporativo que espera de ti un mínimo de profesionalismo.
Cuida Mucho tu CONTACTO VISUAL
El contacto visual es sumamente importante durante la entrevista; sin embargo, por nada del mundo se te ocurra mantener un contacto visual constante con el entrevistador, pues eso es incómodo y agresivo. Tampoco evites el contacto visual por completo, pues te hará lucir temeroso y distante; podría hacer que parezca que sus respuestas son deshonestas.
El equilibrio lo es todo: procura hacer contacto visual mientras escuchas y respondes las preguntas comunes de la entrevista, pero debes permitir que de cuando en cuando se rompa y dejes que sus ojos vaguen.
Recuerda que la entrevista es una conversación y en cualquier conversación el contacto visual no se mantiene constante, no tanto porque sea una descortesía, sino porque es algo natural del lenguaje corporal de las personas hacer contacto visual y romperlo de cuando en cuando.
Al Sentarte, VIGILA tu Postura y Actitud
Una vez que el entrevistador te reciba y te haga entrar a la sala de entrevista, es muy probable que te ofrezca un asiento (eso es más cómodo para conversar). En ese caso, la primera recomendación es: ¡no te desplomes en el asiento!
Siéntate con cuidado y delicadeza en la silla, mantén tu espalda erguida, inclínate ligeramente hacia adelante para mostrar interés en la situación, evita recostarte por completo en la silla (esta actitud puede hacerte lucir aburrido o desinteresado).
No cruces los brazos ni coloques objetos en tu regazo; estas acciones descubren una actitud defensiva, nerviosa y necesitada de protección, cuando lo que idealmente quieres transmitir durante una entrevista es confianza y seguridad.
NO CRUCES las Piernas
Muchos expertos desaconsejan cruzar las piernas durante una entrevista. Pues si la entrevista termina extendiéndose, es posible que debas volver a cruzarlas porque la pierna se esté durmiendo. Esto podría hacerte lucir inquieto e inseguro.
La PREPARACIÓN es la CLAVE
Lo he dicho miles de veces antes y lo sostengo: la preparación es la clave para el éxito en la entrevista de trabajo. El lenguaje corporal no es la excepción. Es importantísimo practicar tu lenguaje corporal tanto como ensayar tus respuestas a las preguntas comunes de la entrevista.
Ciertos hábitos poco apropiados tienden a tomar el control cuando estamos nerviosos, por lo que aprender a detectar esos hábitos conscientemente y controlarlos es de máxima relevancia a la hora de prepararse para una entrevista.
Una opción para manejar tu lenguaje corporal con éxito en la entrevista es practicar con amigos, algún pariente o con un colega para asegurarte de estar completamente consciente y en control de tu cuerpo cuando llegue el momento de la entrevista.
Ten en cuenta estos consejos y practica tu lenguaje corporal, así como las respuestas a las preguntas de la entrevista, de esa manera ganarás confianza y podrás actuar con mayor seguridad en tu próxima entrevista de trabajo y transmitir la mejor impresión de todas.