Las primeras impresiones cuentan y mucho; dejar una buena impresión es clave a la hora de decidir cómo te percibe un empleador como candidato. Cualquier cosa que digas durante esta primera fase del proceso puede hacer la diferencia en los resultados, sean positivos o negativos.
No querrás parecer torpe y carente de habilidades sociales. Por el contrario, querrás dar una buena impresión, demostrar que tienes la profesionalidad y las habilidades de comunicación necesarias para ser un activo para la empresa si llegas a ser contratado.
Algunos entrevistadores pueden incluso tomar la decisión de rechazar a un candidato basándose en una mala primera impresión; por ejemplo, llegar tarde o no quitarle la mirada de encima al teléfono, puede llevar al empleador a percibir que careces de la habilidad para comprometerte, cumplir con los plazos, el enfoque y el seguimiento.
Las pequeñas cosas hacen una gran diferencia en esta etapa de una búsqueda de empleo. Por eso es importante prestar atención a los modales de la entrevista y pensar cómo te presentarás durante la entrevista de trabajo para asegurarte, al irte, de haber dejado en ellos una buena impresión.
Para Dar una BUENA IMPRESIÓN…
¿Qué Decir al Llegar a la Empresa?
Primero que nada, si quieres dar una buena impresión, cuando llegues al sitio donde se celebrará la entrevista, preséntate con la recepcionista indicando tu nombre y el motivo de tu visita. Prepárate para dar una introducción rápida a la persona que te saluda.
Recuerda tus modales: sé cortés y respetuoso con este primer contacto en la empresa. Muchos empleadores le pedirán a la recepcionista su impresión de un candidato. Si actúas de forma grosera o despectiva, podrías quedar fuera de la competencia por el cargo antes de siquiera reunirte con el gerente de contratación.
¿Qué Decir Cuando Conozcas al Entrevistador?
Puede que te toque esperar unos minutos para tu cita. Luego, quizás te acompañen a la sala de entrevistas o el entrevistador te reciba en el área de recepción. Aunque tengas una cita, tómate el tiempo para presentarte, de esa forma el entrevistador sabrá quién eres.
Si estás sentado, ponte de pie apenas veas llegar al entrevistador y ofrece estrecharle la mano, incluso si el entrevistador no ofrece su mano primero. Es apropiado incluir un apretón de manos como parte de tu presentación, pues te hace ver como alguien amigable y cortés. Dile al entrevistador que es un placer conocerlos; también recuerda sonreír y hacer contacto visual.
Evita los errores comunes en las entrevistas, tales como no prestar atención o vestirte de manera inapropiada. Y si sabes que eres propenso al estrés de la entrevista, calma tus nervios con algunas estrategias como investigar a la empresa, prepárate para la entrevista y practica reforzándote con palabras de aliento y motivación.
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Mantén tu Introducción BREVE Y CONCISA
Más adelante durante la entrevista tendrás la oportunidad de presentarte en mayor profundidad. Muchos empleadores comenzarán una entrevista con una pregunta abierta como “Háblame de ti”. Esta pregunta es una oportunidad de oro de dar una buena impresión.
El núcleo de tu respuesta debe enfocarse en aquellos elementos fundamentales que destacarán el porqué serías un excelente candidato para el cargo por el que estás compitiendo y por el que se lleva a cabo la entrevista.
Independientemente de que el entrevistador decida o no iniciar la conversación pidiéndote que hables sobre ti, lo ideal sería que aproveches la oportunidad para dar una buena impresión haciendo referencia a tus cualidades, habilidades, experiencia y conocimiento.
Analiza con meticulosidad el trabajo antes de la entrevista, para que puedas señalar los intereses, habilidades, experiencias y cualidades personales que te permitirán cumplir o exceder los requisitos laborales y de la empresa.
Concéntrate en tus CUALIFICACIONES
Si quieres dar una buena impresión, tu presentación debe ser lo suficientemente concisa como para mantener el interés del entrevistador.
En general, una recapitulación rápida de tus cualificaciones más convincentes será suficiente. También podrías mencionar un par de cositas nimias que no sean esenciales para el trabajo pero que reflejen tu personalidad, como el hecho de que eres un ávido esquiador, has actuado en obras de teatro o coleccionas arte barroco.
El objetivo con esta estrategia es conectarte personalmente con el entrevistador, así como demostrar que estás calificado para el cargo y que serías una excelente nueva contratación. Esta es tu oportunidad de venderte al gerente de contratación, así que aprovéchala.
Por supuesto, tus comentarios iniciales deben mostrar tu entusiasmo por el trabajo y la organización. Sin embargo, no te excedas ni pases demasiado tiempo hablando de ti mismo. El entrevistador tiene una agenda y el tiempo es limitado, por lo que debes procurar que tu introducción sea breve para que puedas pasar a la siguiente pregunta.
Prepárate para PREGUNTAS DE SEGUIMIENTO
Recuerda que el entrevistador puede, y seguramente lo hará, retomar puntos o profundizar en algunos aspectos a propósito de tus afirmaciones iniciales al presentarte, por lo que es importante recordar que tendrás que apoyar y ampliar cualquier afirmación que hayas hecho durante tu introducción.
Por ello debes estar preparado para proporcionar ejemplos específicos de cómo y dónde has utilizado tus habilidades para llevar a cabo con éxito roles de trabajo o voluntariado, proyectos académicos u otros esfuerzos productivos.
Una forma de proporcionar respuestas detalladas es utilizar el método S.S.A.R.R. para describir tus logros. ¿En qué consiste? Pues básicamente se trata de una fórmula en 5 pasos para responder las preguntas de la entrevista de trabajo respaldando tu respuesta con una buena historia:
- Primero, debes pensar en una SITUACIÓN (S.S.A.R.R) problemática en la que hayas fallado o en la que se presentara una dificultad. Durante una entrevista explica de manera objetiva un acontecimiento que te sirva para ejemplificar lo que quieras demostrar luego.
- A continuación, debes describir cómo la SOLUCIONASTE (S.S.A.R.R); qué medidas tomaste; una vez identificada la falla o dificultad, cómo hiciste para corregir la falla o resolver el problema de manera que no te afectase en el futuro. Menciona el proceso con el que resolviste/solucionaste/incrementaste/evolucionaste el problema de la “SITUACIÓN” (paso anterior).
- Acto seguido, debes decir lo APRENDIDO de esta experiencia (S.S.A.R.R.); qué nuevos conocimientos se sumaron a lo acontecido y a la solución dada. Acá debes definir qué es lo que VOLVERÍAS a hacer y qué NO VOLVERÍAS a hacer dada la situación vivida y la solución dada.
- Habla de los RESULTADOS (S.S.A.R.R.) producto de tal solución. Aquí debes CUANTIFICAR los resultados. Debes expresar y demostrar el impacto de esta solución en el negocio (en INGRESOS ($), AHORROS ($), TIEMPO (meses, días, años)), pero siempre tienes que cuantificar. Importante agarrar una buena situación en tu experiencia profesional que te permita luego demostrar lo cuantificado.
- Finalmente, muy importante, REPLÍCALO (S.S.A.R.R.), da un ejemplo en que aplicaras esto, qué aprendiste para prevenir que la situación se volviera a repetir o para estar preparado para situaciones futuras. Si la pregunta de la entrevista te lo permite, incluye “otro” ejemplo de situación , solución y resultados en el que expliques nuevamente cómo, gracias a tu APRENDIZAJE, pudiste sortear una nueva SITUACIÓN, aprendiste tu lección y ahora tuviste hasta MEJORES RESULTADOS.
Hablar de tus logros es muy recomendable para causar una buena impresión durante tu entrevista de trabajo, pues te permite venderte como el candidato capaz y cualificado que eres.
La mejor forma de contar tus logros es a través de una historia en que ejemplifiques cómo pusiste en práctica esas habilidades, conocimiento y experiencia que tienes para alcanzar el éxito, superar un obstáculo y obtener excelentes resultados. Ahí es donde entra el método S.S.A.R.R.
También debes estar preparado para hacer preguntas durante la entrevista. Haz una breve lista de preguntas que te gustaría hacer sobre el trabajo y la compañía. Tenla preparada para hacérselas al entrevistador.
Aprovecha la entrevista no solo como una oportunidad para resaltar tus cualificaciones, sino para determinar si este trabajo y el empleador se ajustan a tus objetivos profesionales y a lo que persigues en tu carrera.
Por otro lado, tener listas preguntas para el entrevistador te ayuda a causar una buena impresión, pues te muestras como una persona que se organiza y prepara de antemano para las cosas, pero también indica que el puesto y la compañías te interesan lo suficiente como para querer saber más.
Cuida tu MODALES durante tu Entrevista
Sin importar cuál sea el trabajo que solicites, se espera que actúes profesionalmente en todas las fases del proceso de la entrevista, desde saludar al entrevistador hasta decir gracias después de la entrevista.
Asegúrate de saber qué decir, qué llevar contigo y cómo responder y hacer preguntas con cortesía y profesionalidad para causar una muy buena impresión.